«Cuando sea grande, quiero ser Creador de Videojuegos»
«Cuando sea grande, quiero ser Creador de Videojuegos»
Así presentó Diego (10) su tarea frente a su curso de Cuarto Básico a fines del año pasado.
Cuando me lo contó, la verdad no fue ninguna sorpresa. Lo reconozco, sentí una mezcla de satisfacción y de orgullo, y también vinieron a mí recuerdos de mi propia infancia y de lo que han sido los primeros años de Diego, mi hijo mayor, viendo a su padre trabajar en esta industria desde que tiene uso de razón.
Hace mucho tiempo que se me vino a la cabeza la idea de que Diego pudiera o quisiera seguir mis pasos. ¿A qué padre no le hace ilusión que su hijo quiera seguir la misma carrera?
Sin embargo, el problema con la industria de los videojuegos es que uno no lo pasa tan bien como se ve desde afuera. Todos los trabajos son duros, podrán decirme, y a nadie le voy a discutir que hay trabajos muchísimo más duros que trabajar en videojuegos. Pero el tema de esta industria es que es engañosamente dura porque desde fuera se ve muy entretenida, muy cool. «Se pasan todo el día jugando», debe ser una de las frases más escuchadas por quienes trabajamos en esto, pero la realidad esta muy lejos de ser así.
«¡Trabajas en videojuegos! ¡Qué cool! ¡Pasar todo el día jugando!»… sí, claro, seguro…
Érase una vez…
La industria de los videojuegos empezó hace mucho tiempo, en los años 60 (o los 50 o los 70, depende de qué hito consideremos que es el «primero»). En esos años, un grupo de mentes brillantes crearon el primer sistema de entretenimiento electrónico con un control y una pantalla. A través del control, el jugador tendría una experiencia interactiva que se vería representada en la pantalla, y la principal función de esta experiencia sería conseguir que el jugador se entretuviera. Un videojuego en su más pura esencia.
Medio siglo después, la industria ha evolucionado más de lo que cualquiera pudo imaginar en ese entonces.
Ahora, hay millones de videojuegos en decenas de plataformas (o sea, los dispositivos en los cuales funcionan esos videojuegos), y hay cientos de miles de personas creando videojuegos también.
Es una industria muy competitiva, donde varios mercados ya están bastante saturados por la gran cantidad de empresas y productos presentes en ellos. Las empresas más pequeñas se ven arrolladas por las más grandes, cuyos presupuestos les permiten hacer superproducciones, generar grandes campañas de promoción y marketing y captar la atención de la gran mayoría de los consumidores.
Muchos talentosos desarrolladores que sueñan con concretar algún proyecto o idea innovadora de un videojuego se ven enfrentados a la realidad de que esto es un negocio. Muchas veces deben trabajar en proyectos que no son sus soñadas ideas, si no que ideas de terceros, sólo para subsistir. A veces estos proyectos son sobre conceptos muy trillados y ya no tan entretenidos, pero que a ojos de los grandes de la industria parecen tener más posibilidades de ser rentables que las ideas innovadoras.
Es tan diferente la percepción externa de esta industria que en los últimos años han aparecido cientos de notas, memes y hasta videos hablando de esto. Mi favorito es So you want to work in the video game industry (está en inglés).
¿Y entonces?
Entonces, si es todo tan terrible, ¿por qué sigo trabajando en videojuegos? ¿Por qué la industria sigue creciendo y más gente entra en ella? ¿Quiero realmente que mi hijo entre a una industria que, aunque cool, parece ser tan terrible para trabajar en ella?
La realidad es que trabajo en videojuegos porque es una de mis grandes pasiones. Porque a la gran mayoría de los que trabajamos en videojuegos, nos apasiona trabajar en videojuegos.
Y ese, en el fondo, es el motivo por el que la mayoría de los profesionales de la industria se mantienen en ella, a pesar de las dificultades, contratiempos, y enormes desafíos. Son impulsados por una motivación que va más allá de la disciplina técnica que deban aprender y luego ejercer.
A mi hijo Diego le gustan los videojuegos, mucho. Desde Minecraft hasta Clash of Clans, pasando por decenas de juegos casuales que comparte con sus compañeros de colegio y también conmigo.
Afortunadamente nos hemos preocupado de mostrarle y enseñarle que es importante tener otras actividades en sus vidas, y también le gusta hacer deporte (juega hockey patín en una liga), leer (devora libros como Harry Potter), juntarse con amigos, disfrutar a la familia, etc.
Pero claro, nada de eso quita que le gusten mucho los videojuegos y esa pasión, sumada a ver al papá trabajando en juegos desde pequeño, lo llevan a él a querer hacer lo mismo.
La verdadera pregunta
Más allá de si quiero o no que mi hijo siga mis pasos, al final lo que uno como papá quiere es que el niño siga el camino que él mismo escoja y logre con eso su realización personal, sea feliz, etc. La pregunta que comencé a hacerme hace unos meses, entonces, fue otra:
¿Puedo ayudarlo de alguna manera?. Esta es la pregunta.
Pareciera obvio que sí. Primero, porque tengo más de veinte años de experiencia. Segundo, porque me gusta enseñar, siempre me ha gustado. Y tercero, porque lo conozco (o al menos eso creo), y siento que estoy en una muy buena posición para guiarlo.
Pero eso me llevó rápidamente a otra pregunta, -la- pregunta.
¿Y qué puedo hacer para guiarlo, sin empujarlo ni forzarlo?. Esta sí que es -la- pregunta.
Para esto, me puse a pensar en cómo empecé yo en el desarrollo de videojuegos, qué me motivó a mi a pasar de jugar a crear. Difícil olvidarlo. Se lo debo a mi familia, en especial a mi padre.
Otra vez… érase una vez
Hace casi treinta años, mis padres nos regalaron a mis hermanos y a mi un Atari 800 XL, y cuatro videojuegos: Montezuma (mi favorito), River Raid (notable), Moon Patrol (glorioso) y uno de Star Wars (que era malísimo).
No era la primera vez que había videojuegos en mi casa. Mi papá trabajaba en algo relacionado con computadores (en esa época no tenía idea qué era) y a veces traía uno a la casa, un Sinclair. Había ahí un juego de unos ladrillos de colores y una pelotita que les pegaba y los destruía, uno a la vez. Era increíble, maravilloso, para los 5 ó 6 años que debo haber tenido cuando lo jugué por primera vez.
Pero el Atari era aún mejor, porque era nuestro y los cuatro juegos también.
No sé exactamente cuánto tiempo pasó desde que llegó al Atari hasta el día D. Tal vez fueron días o semanas, la verdad no me acuerdo. Pero un día, el día D, mi papá me dijo que me iba a mostrar algo nuevo. Prendió el Atari, pero no puso ningún juego, si no que lo dejó que llegara a la pantalla celeste donde decía «READY» con letras blancas.
Y luego, tipeó lo siguiente en el super ergonómico teclado negro del Atari:
Y empezó a salir en la pantalla «HOLA», mágicamente, una y otra vez, sin parar.
Disclaimer: la verdad no recuerdo si lo que el PRINT decía era «HOLA» o era «BLA» o qué era. Pero la impresión que me causó aún está intacta.
Y entonces, mi papá me explicó que eso era un programa, y que los juegos que yo disfrutaba tanto, el Montezuma, el River Raid, el Moon Patrol, se hacían así, con programas. Y que él sabía programar y que, si yo quería, me podía enseñar. Y eso, lo cambió todo.
Hasta ese día yo quería ser astronauta o astrónomo, no recuerdo, pero algo relacionado con las estrellas. Me gustaban mucho, sabía nombres, tamaños de planetas, estrellas, constelaciones, distancias entre astros, etc.
Pero desde ese día, quise programar, quise aprender, quise crear. Y no cualquier cosa. Quise ser Creador de Videojuegos.
«Papá, yo quiero aprender a hacer Videojuegos», también dije.
Ha pasado mucho tiempo, yo tenía 7 años.
Ahora, con 36, no puedo sino entender la fascinación que Diego siente (y casi todos los de su generación) por los videojuegos, y en especial ese bichito que le está naciendo por no solo jugarlos, si no que también crearlos, como el papá.
Papá Game Dev
Hace unos meses, decidí que quería escribir respecto a este tema. Por varias razones.
Porque me parece fascinante el poder que tenemos los desarrolladores de entretener y encantar a la gente. Podemos crear personajes, mundos y hacerlos interactuar con ellos, y que se sientan parte de una experiencia única.
Porque me parece que, como miembros de una sociedad, tenemos una responsabilidad especial en cuánto a los contenidos que llegan al público gamer, en especial a los niños.
Y porque, como papá, siento que tengo la también fascinante oportunidad de guiar a mi hijo en este camino que le llama tanto la atención y que, tal vez, sea el camino que elija para su futuro.
Me demoré bastante en poner en práctica mi proyecto, por un sinfín de circunstancias. Pero hoy, finalmente, quiero compartir con ustedes Papá Game Dev, este nuevo sitio web. (Game Dev es la versión corta de Game Developer, o desarrollador de videojuegos en inglés)
Papá Game Dev será, en un principio, un blog acerca de ser padre y desarrollador de videojuegos a la vez.
De lo que eso significa para mi, y de lo que puede que signifique también para otros. Quiero compartir experiencias, ideas, proyectos, y abrir una conversación en torno a esto porque sé que no soy el único al que el tema le produce inquietud.
Además, tengo la suerte de tener dos hijos más, pequeños aún, Santiago y Samanta, que tal vez se vean enfrentados a la misma fascinación de los videojuegos y, pensando también en ellos, quisiera aprender de la experiencia de más gente y así crecer yo también como padre.
No tengo grandes ambiciones, pero sí muchas ideas y ganas. Por eso, quedan todos invitados a comentar, aportar, criticar, sugerir y, sobre todo, compartir sus ideas o propias experiencias.
Bienvenidos a Papá Game Dev.
Actualización: Al compartir esto con mi madre, me refrescó un poco la memoria y corrigió algunos hechos que relaté. Resulta que la historia de cuando llegó el Atari, cuándo llegaron los primeros juegos y cuándo mi padre me mostró el primer programa en Basic (el que imprimía mil veces «HOLA») no fue exactamente como la describí. Pero bueno, han pasado 30 años, y lo que realmente cuenta es la esencia, el impacto que causó en el curso de mi vida.
Juan Pablo crea videojuegos desde los ocho años y fue padre por primera vez el año 2004. Hoy ya tiene tres hijos y ha trabajado en más de veinte videojuegos. Desde hace un tiempo se interesó en cómo se relacionan la paternidad y su profesión, y se decidió a escribir al respecto fundando "Papa Game Dev".
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Comentarios
Excelente iniciativa Juan Pablo. Yo soy “papá game dev” también y tengo un chiquitín que apenas tiene un año y medio, pero ciertamente ya me estoy haciendo las mismas preguntas que tu te haces hoy en día.
Una alternativa que he pensado es que luego cuando Danielito ya empiece a entender más las cosas yo puedo empezar a ponerme bata de doctor todos los días antes de volver del trabajo y decirle que soy cirujano plástico… jajaja.
Hablando más en serio - un problema es que nuestra experiencia nunca será la de nuestros hijos ya que la mayoría de los que somos papá game dev hoy fuimos pioneros en su tiempo. En mi curso NADIE quería trabajar en videojuegos… ni siquiera con computadores. La realidad de hoy es muy distinta.
Otra cosa es que la barrera de entrada que existía antes no existe hoy. En nuestros tiempos para aprender a hacer cualquier cosa (aunque fuera algo muy básico) requería aprender herramientas muy complejas y poco desarrolladas / documentadas. Había que pegarse muchos cabezazos antes de lograr algo. Hoy en Unity arrastras un modelo 3D en pantalla y le das un par de instrucciones y ya tienes algo funcional. Antes eso habría sido tal vez días de investigación e implementación. Que las cosas sean más fáciles puede sonar como algo bueno, pero yo lo veo como algo peligroso: Porque nosotros teníamos que pasar por un montón de frustración antes de llegar a resultados concretos y en ese proceso se determinaba realmente cuanto nos gustaba lo que estábamos haciendo.
No me puedo imaginar lo mala que es la elección de estudiar / trabajar en videojuegos si no tienes vocación de verdad. Es mucho más fácil tener (o creer) que tienes vocación de hacer algo si todo te sale “fácil”. Sé que estoy generalizando mucho y que en realidad el interés por lograr hacer cosas va más allá de la dificultad de hacerlas, pero en nuestra época hacer juegos era tan difícil como cualquier trabajo tradicional. Era muy peludo. No sé si podría decir lo mismo hoy. Ciertamente no quisiera que mi hijo optara por algo que es “the easy way out”.
Muy buena historia, en particular el momento en que tomas la decisión de lo que quieres hacer realmente, algo que compartimos casi todos los game dev de alguna forma, algo parecido me paso con el Atari 2600. Además recuerdo saliendo de la Universidad como el 2007 un compañero me comentaba que se quería especializar en “ventas de retail masivo”, y yo me dije que carajo es eso, es lo que menos quiero en mi vida, lo sentí como si el tipo lo estuviera optando como una opción válida que le daba el “sistema chileno”. Lo otro que destaco es el tema de la pasión, algo que para los game dev se ve con mucha claridad de pensamiento, es algo que te determina y endereza fuertemente el pilar vocacional de tu vida.
Gracias Carlos, y ¡que buena idea la de la bata! :)
Tienes razón en cuanto a lo de la barrera de entrada, el escenario al que nos vimos enfrentados nosotros, pioneros en esta región, es muy diferente al actual. Es una de las preguntas que me hago respecto a Diego. Está lleno de gente que dice que tiene buenas ideas y que quiere hacer juegos, pero eso no necesariamente significa que tengan talento o que sea realmente lo que más les vaya a apasionar cuando grandes. Es uno de los desafíos actuales, identificar reales talentos y competencias. Nada fácil.
¡Gracias por el aporte!
¡Gracias Sebastián! Yo también viví eso de que toda la gente al rededor quería trabajar en algo que sentían “realista”, mientras uno era el orate que soñaba con hacer videojuegos. Cuando nosotros partimos era casi suicida, porque no había nadie más viviendo de eso. Ahí sé que tuvimos suerte, porque juntarnos con Tiburcio y Esteban y tener la oportunidad de dedicarse full time a los videojuegos fue como sacarse el loto. :)
+1 para lo que dice Carlos Bordeu.
A mi me pasa que mis dos hijas (de 7 y 9) quieren hacer juegos por que me ven hacerlo y al igual como piensa carlos yo dije “no se las puedo dejar fácil”. Así que les instalé Construct2 y les dije cómo buscar en youtube tutoriales sobre su uso, cuando tienen un problema me piden ayuda pero yo NO se los resuelvo, les digo que busquen… una al rato ya abandonó la idea de hacer juegos, la otra sigue tratando de hacer pocas cosas, yo creo que si no toman interés por sí mismas no van a ser capaces en el futuro de sobrellevar todo el resto, el aprendizaje de la experiencia les va a quedar.
Me gustó la idea de tu blog, felicidades. Creo que me estoy motivando a retomar el mío que está abandonado hace tiempo (o quizas no tengo la vocación).
saludos.
Gracias Israel! Yo a mi enano le instale Unity hace un año, hizo un par de cosas básicas pero luego lo dejo de lado. Sin embargo, de pronto me lo encontré diseñando niveles gigantes con puzzles y mecánicas en el Little Big Planet y en Minecraft, algo que yo también hacia hace siglos en el Boulder Dash, y me di cuenta que aún tiene el interés. Who knows, el tiempo lo dirá.
Primero te quería felicitar, que genial iniciativa… Lo pase bkn leyendo todo junto con los comentarios. Yo aun no tengo hijos pero hago clases en la carrera de animación y el tema de la vocación que mencionaban mas arriba es super complicado en las generaciones actuales, justamente porque ahora es todo tan accesible que distorsiona la realidad. Es genial leer como ustedes les dan justo a sus hijos lo que a mis alumnos les falta que es pequeñas raciones de realidad, el sentir que nada es fácil y que todo merece su respeto porque cuando son ya grandes no sirve de mucho tratar de inclurlarles esto, les comentas como es vivir de esto y no te creen….suena muy difícil jajaj Saludos!.
Gracias Cristian por los comentarios! Que interesante perspectiva la que cuentas respecto a tus alumnos, y concuerdo con lo que mencionas respecto al esfuerzo requerido y a la percepción que muchos tienen al respecto.
Excelente iniciativa Juan Pablo, la verdad yo mirando desde afuera todo el esfuerzo que hacen los desarrolladores de videojuegos no son pocas las veces que me pregunto como afectara eso a sus familias y me resulta entretenido poder leer de tus experiencias al respecto, y aprovecho de comentarte la siguiente anécdota que me ocurrió con mi sobrina luego de conocer iguanabee: Mi sobrina de 14 años (que tiene esa rara fascinación con dibujar) me comenzo a preguntar sobre como era el trabajo que realizaban para hacer un videojuego , en particular sobre los diseñadores, entre una descripción rápida de lo que sé que hacen los diseñadores le dije que era un trabajo muy sacrificado y que requeria muchas horas de autoaprendizaje y sacrificio le dije que no conozco a ningún diseñador que no se haya pasado días enteros trabajando para tener algo listo en las fechas que les piden, su comentario siguiente fue: “pero tú que eres contadora también tienes mucho trabajo y mi papá tambien , creo que todos trabajan mucho, así que como todos los trabajos son tan sacrificados yo quiero elegir al menos algo que me guste y que le guste a las demás personas y la gente se divierte cuando juega” , luego de eso no tuve mucho más que comentar (más que rogar por que no quiera estudiar diseño gráfico XD) pero al menos es interesante que cuando los niños tienen la posibilidad de ver en primera línea lo que implica hacer un videojuego pueden asimilar que es un trabajo tan sacrificado como muchos y así se evitan tener esa idea idealizada de que los desarrolladores de VG se la pasan puro jugando.
Hola, Juan Pablo, de casualidad me topé con tu blog y me fue grato leer las similitudes en nuestras vivencias cuando niños: mi padre también anduvo con un Sinclair por la casa y me mostró un rudimentario juego y también tuve mis primeros acercamientos a la programación con mi Atari 65XE a principios de los ‘90 (con mi padre como guía), obviamente vengo jugando videojuegos desde que tengo recuerdos.
Todo lo anterior me llevó a estudiar Ingeniería en Informática en la UTEM, ingresé a esta en 1997 no con la idea de hacer juegos ya que tiempo antes recibí una “dosis de realidad” por parte de mi padre y tíos los cuales me explicaban que en Chile no había por donde aprender a hacer juegos y campo laboral no existía, que eso era solo en países del primer mundo. Así que me resigné al mundo del desarrollo de sistemas de información y llevo trabajando en eso desde hace aproximadamente 12 años (tengo 36), la mayor parte de este tiempo he trabajado en desarrollo web.
Desde un tiempo a esta parte he venido sintiendo una desmotivación en lo que hago, luego de 12 años trabajando en distintas empresas básicamente he estado haciendo lo mismo durante todo este tiempo, por no mencionar que la formalidad y rigidez de este ambiente es algo que también me tiene harto.
Solo hace un par de meses atrás me percato de la variedad de empresas que están desarrollando juegos en Chile, eso sumado a mi necesidad de realizar cosas nuevas profesionalmente me llevó a pensar en mis posibilidades de trabajar desarrollando juegos.
Y aquí es donde empiezan las dudas:
¿A mis 36 años tendré posibilidad de trabajar en algún estudio? Sabiendo que hoy ya hay egresados de carreras universitarias enfocadas a la creación de juegos (que en mis tiempos de estudiante eran inpensables) ¿no estaré en demasiada desventaja por haber estado tanto tiempo encerrado en el “lado fome de la fuerza”?
¿Convertir mi pasatiempo en mi trabajo? Como en todo negocio, las presiones por cumplir con las fechas de entrega y el estrés le quitan el entusiasmo a cualquiera ¿Quedan ganas de ponerse a jugar luego de tener una semana del terror desarrollando un juego? ¿Se transformará algo que es mi pasatiempo favorito en algo que termine odiando?
¿que hay del tiempo personal? Acabo de ser padre, por lo que el tiempo que tengo para mi familia adquiere ahora una nueva importancia ¿es el desarrollo de juegos un trabajo absorbente?
y por ultimo…
Felicitaciones por tu blog y de antemano agradezco tus consejos que me serán de gran ayuda.
Gracias Elisa por el aporte y la buena onda. En general, yo creo que cualquier persona que realmente esté en contacto con alguien que sí sea parte de la industria (y lamentablemente somos muy pocos aún) tendrá la posibilidad de ver que efectivamente hay grandes desafíos en hacer un juego y que está muy lejos de ser pasar el día jugando. Y a la larga yo creo que es bueno que así sea, que para todo el resto se vea como un sueño entretenido y fácil, porque eso permite que más gente tenga la inquietud de acercarse y de experimentar. Luego, la propia industria, los gamejams, la experiencia, va filtrando a la gente que realmente tiene pasión y dedicación y la que no. Porque si de entrada todos se asustaran, se perderían seguramente muchos talentos, y eso le haría mucho daño al futuro de la industria. Creo yo, al menos. :)
Rodrigo, que coincidencia lo que me cuentas, de hecho tenemos hasta la misma edad, y entramos a la universidad el mismo año :)
En cuanto a lo que me cuentas, es lo que le ha pasado a mucha gente, conozco compañeros de universidad que tenían el mismo sueño que yo, incluso conversábamos mucho acerca de lo que queríamos hacer al salir de la U, pero obviamente los caminos se van separando y la mayoría terminó en bancos, empresas de sitios web, etc. La verdad es que yo tuve suerte, no hay otra forma de verlo, porque conocí a los hermanos Bordeu (los de ACE Team) y luego a Tiburcio y a Esteban con quienes formamos Wanako Games. El resto es historia.
En cuanto a tus preguntas, me parecen muy válidas y agradezco tu confianza en hacérmelas tan directamente. Te respondo lo mejor que pueda:
¿A mis 36 años tendré posibilidad de trabajar en algún estudio? Sí, por supuesto. La edad no es impedimento en absoluto. Entrar a un estudio así como así no es fácil, pero tampoco imposible. Lo importante es tu talento y cuánta capacidad de aprendizaje tengas. Participar en gamejams o algo que te acerque a la experiencia real, además de tratar de aprender lo que más puedas del uso y programación con herramientas estandar como Unity, Unreal, Construct, etc., son todos assets que las empresas van a ver positivamente a la hora que postules. Te recomiendo que te acerques a la comunidad de VG Chile, participes en meetups, gamejams, etc. para que te empapes de la experiencia.
¿Convertir mi pasatiempo en mi trabajo? Es un punto válido. Tengo muchos compañeros de trabajo que aún juegan, mucho. Tanto en los almuerzos de la pega como en su casa. Por otro lado, yo casi no juego desde hace mucho tiempo, pero tiene más que ver con el poco tiempo que te deja la familia y otros compromisos que con estar o no en la industria. También es cierto que a veces el tema de los juegos te deja chato, sobre todo si pasas por un período de mucha presión en un proyecto, pero luego baja la carga y se quita el odio, y vuelves a querer jugar mucho :)
¿que hay del tiempo personal? Eso es muy relativo. Depende de la empresa, del proyecto y de ti mismo. Yo te puedo decir que tengo una familia con tres hijos y tengo tiempo para disfrutarlos como corresponde, así que no es incompatible en absoluto.
¿por dónde empiezo? Creo que es más fácil (o tal vez más práctico por el posible futuro laboral que puedas tener) que primero partas soltando la mano con motores como Unity, Unreal o Construct, que es lo que la industria más está usando (aunque Banana Kong, de Gamaga, está hecho en Cocos 2DX y le fue super bien!). Mac o PC, da lo mismo para aprender, lo que sea más de tu gusto.
Saludos!
Muchas gracias por tu respuesta y consejos…..a investigar entonces !!!!
es increible como las historias son tan semejantes… mi papá para la navidad del 83 o 84 nos regalo un atari..cuando lo encendio fue magia, era espectacular controlar la ranita para que cruzara el camino, o volar la nave de buck roggers a traves de los portales con unos parpadeos que podrian causar epilepsia… lo unico que varia entre tu historia y la mia son unas cuantas cosas.. nuestro atari es un 130XE (y digo es porque todavia funciona :D ), estudie programacion con el sueño de estudiar diseño grafico despues, pero no se pudo, y hasta el dia de hoy estoy de soporte informatico de aplicaciones para una fabrica, igual siempre soñando, dibujando y creando historias, como repito con el sueño de algun día hacer algo, no con el afan de ganar plata, sino con el afan de decir “mira alguien esta jugando algo que cree!!” “le gusto!!” yo creo que me emocionaria hasta recibir una critica :D .. bueno gracias a muchas personas pude volver a estudiar.. y veo la posibilidad de en mi ramo final de proyecto poder presenta un “Juego” creado por mi, aun que sea en medio retro… espectacular iniciativa de compartir experiencias, acabo de leer 3 de tus articulos (se que son del año pasado pero no habia encontrado esta pagina).. saludos y gracias…